domingo, 26 de junio de 2011

Las raíces árabes del jazz y el blues (Gunnar Lindgren)

La música es mucho más que ritmo, compactación de sonidos y coherencia harmónica, es una expresión sociológica y cultural como cualquier otra manifestación del arte, ligada desde luego a la historia, las costumbres de una época, visión del mundo de un colectivo determinado y un delimitado espacio físico-temporal. Carga también un discurso que corre tanto por dentro como fuera de ella y que desde luego es importante analizar, ya que como expresión subversiva la música constituye también una vehiculización importante de los sentimientos, las angustias y de los ideales.

Desde tiempos inmemoriales la evolución de las expresiones musicales en el mundo han estado sujetas al proceso de globalización, el cual desde luego no es nada reciente. No me es difícil imaginar por ejemplo que la banda de guerra de las tropas romanas fuera replicada con exactitud rigurosa en cada una de las comarcas dominadas por el imperio, desde las Galias al antiguo Egipto, así mismo los ritmos que heredaran las culturas "hispanizadas" del continente latinoamericano están provistos de aportaciones europeas de la más ignota tradición a la par de una extensiva influencia árabe (o más bien morisca) bastante fuerte en el sur de España de donde provino la gran masa de nuestros conquistadores.

España es parte del micromundo Mediterráneo y por tanto no es de extrañar aquel vínculo cultural/musical, de igual manera que la Tarantela en el sur de Italia o la música folclórica de Grecia y los Balcanes reflejan bastante semejanza a ritmos como el Chabi de Noráfrica o el Dabke de Medio Oriente.

Hoy no es un misterio para nadie que la Cueca, la Zamacueca y hasta en algo también la Samba carioca están provistos de una extravagante mezcla de influencias hispano-árabe (el Flamenco), indigena americana y africana. De lo que no muchos estabamos al tanto, sin embargo, es de una posíble conexión árabe en las raíces de la música afro-norteamericana; teoría que sin duda revoluciona completamente el actual estadio de conocimiento, dado que la música popular afroamericana (jazz y blues) es la base de toda la música contemporánea, el Blues por ejemplo fue padre de todas las vertientes del Rock, los improves del Jazz evolucionaron hacia estílos tan diversos como el Funk, el Reggae o el Ska y la constante generación o busqueda de nuevos sonidos en muchos casos consiste en revisitar las bases del jazz y el blues.

De dar crédito a este bien detallado argumento del músico y musicólogo sueco Gunnar Lidgren, nada menos que un siglo completo de música occidental trendría su razón de ser (como otras muchas materias ligadas a la cultura y a la ciencia) en los avanzados aportes del Mundo Árabe Medieval, una realidad que desde luego el actual historicismo y determinismo occidental pretende hacernos olvidar.

Las culturas islámica y árabe han tenido mucha más importancia en África de lo que la mayoría de la gente imagina. Los esclavos originarios de África Occidental provienen de países con distintos patrones de cultura árabe. La tercera descendente, característica tanto de las canciones de África occidental como de los blues, debe vincularse a la tradición musical árabe.


Gunnar Lindgren

sábado, 11 de junio de 2011

CARE' RAJA

Langosta de Juan Fernández con salsa de mostaza y Chivas Regal añejado de 18 años, menú que repartido entre seis dirigentes sindicales dio el valor nada despreciable de $ 600.000 pesos, curiosamente el mismo día (21 de mayo) en que el respetable Presidente de la Central Unitaria de los Trabajadores chilenos lideró en Valparaíso una protesta en favor del sueldo mínimo, que en nuestro país no asciende ni a los $ 200.000. ¿Doble discurso?, ¿Dónde quedó el más recio representante de la clase obrera?.

Entiéndase de una vez por todas: los caudillos no son más que farsantes cuya única habilidad consiste en armar sensibles discursos que apelan a la metafísica del pueblo para luego echarse al bolsillo justamente al propio pueblo y trazar camino hacia el único objetivo en el cual se han mentalizado desde el principio: el poder, con todo el roce y las nuevas costumbres sociales que el ascenso implica. Martínez, no es más que un hombre vulgar con aspiraciones de burgués y que de cada cinco líneas que pronuncia (con una patente carencia del lenguaje) tres están cargadas de reprimendas hacia la clase política y los empresarios, a sabiendas de que esa es la única manera de ganarse al inmaculado pueblo, aunque en el fondo lo que menos anhela es ser parte del mismo. Su pega en parte consiste en criticar al quintil de la población, que debido a su nacimiento en humilde cuna, desde un principio no estuvo en condición de entender, pero al que sin duda siempre quiso pertenecer. Hoy que tiene las llaves hacia un estatus más elevado, lleva una vida culposa que contradice su vacío discurso.

Démosle un poco de crédito a Martínez e imaginemos por un segundo que es verdad aquella defensa de que no eran seis sino 36 los comensales y que buena parte de los $ 600.000 fueron repartidos entre varios meseros (empatía obrera). Creamos por un segundo en que Martínez es un verdadero filántropo, un defensor a ultranza de la causa obrera y un tipo que por lealtad de clase jamás estaría dispuesto a gastar más de 15 mil pesos por un almuerzo, ¿Nos sentiríamos más conformes?. Escanéense bien a fondo y si la respuesta es un sí, preocúpense!!

Aunque parezca increíble, el problema radica menos en el oportunismo de los dirigentes que en una clara señal del poco "amor propio" que cunde en la sociedad chilena, lo que después de todo no es tan raro en un país que desprecia a los capitalistas y sitúa al trabajador (la base del progreso) en una clase condenada y sin privilegios, metida en un círculo vicioso del cual la pobreza será siempre una maldición incorregible, culpa de las disposiciones del sistema económico. Nos hemos acostumbrado a ser un sociedad en la cual la búsqueda de prosperidad (comer bien, darse gustos, vestirse bien) es culposa y que hasta es proscrita por muchos como la anti-natura, pues lo justo sería que nadie tuviera mucho y muchos tuvieran poco, de lo contrario alguien estaría sacando una tajada de más y robándole desde luego al proletariado. Así justamente es como piensa más del 50% de los chilenos.

Un simple dato: la mentalidad anglosajona tiende a conceptos como el "self-made man" y al "sueño americano", mientras nosotros sociedad latina, somos dueños de un patrimonio psico-social conocido como "chaquetismo". En las sociedades del norte, se subentiende que cada vida es un mundo en sí misma y aquí en el sur del mundo, cada vida debe ser parte de un todo y seguir la suerte de aquel todo, incluso si ese todo está condenado al estancamiento y fracaso. Hay quienes trabajan mucho a lo largo de toda la vida y no consiguen prácticamente nada y otros que trabajan lo suficiente y que consiguen mucho, la diferencia entre unos y otros va más allá de las posibilidades e incluso de los estudios, radica más que nada en la mentalidad. "Piensa como pobre y serás pobre toda la vida", es el sino de la clase obrera chilena y de un discurso forjado en la mediocridad y en la envidia, inculcado colectivamente (y en todas las clases sociales) desde la más tierna edad.

Ciertamente es muy criticable gastar más de $ 100.000 pesos por persona en un festín patrocinado involuntariamente por todos los trabajadores de Chile, ¿Pero acaso los diputados y senadores no gastan eso y mucho más en sus grandes cenas patrocinadas por todos y cada uno de nosotros?, ¿Qué es lo que tanto se critica ahora?. Llama la atención como aflora el cinismo en la opinión pública, es decir Martínez sólo debe optar por gastar entre 10 y 15 luquitas en una comilona pues representa al proletariado, mientras los almuerzos de los congresistas sabemos de sobra que superan por mucho dicha cantidad: obsérvese además el clasismo de tal apreciación. Hay un cúmulo de mierda que cargamos en el inconsciente colectivo y siendo así (conociendo la realidad de los planteamientos sociales) nuestros representantes no pueden ser mucho mejores tampoco, especialmente quienes se dicen comunitaristas, colectivas, socialistas y peor aún: comunistas.

A mi modo de ver, la gran falta de Martínez no ha sido el aprovechamiento sino que se vio descubierto en su doble jugada, en su doble vida y en su doble discurso, vale decir entre lo que dice ser y representar y lo que en verdad aspira ser y que con el poder que le confiere ser cabeza de una gran institución pública como la CUT, le es más fácil concebir. "Falso", "Cínico", "Chanta", "Cara de Raja", llámenlo como quieran, lo natural sin embargo (para cualquier persona con dos dedos de frente) no es vestir la piel del pueblo, sino optar por la prosperidad y el auto-desarrollo, salir adelante independiente de toda traba colectiva, quien te dice que ese no es el camino: simplemente miente o está equivocado y Martínez es de lo que miente.

jueves, 9 de junio de 2011

KARMA

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¿Qué es el Karma?


El Karma es simplemente un autocastigo impreso en nuestro subconsciente, resultante de eventos pasados de los cuales no nos sentimos orgullosos y que fluctúan en nuestra vida presente como las imágenes de una atemporal pesadilla. Ten tu consciencia en calma y las culpas así como los pensamientos apremiantes no tendrán porqué seguirte.

El secreto de una vida próspera y exitosa, son los pensamientos felices.

Uno es lo que piensa.