Eliphas Lévi (traducción hebraica de su verdadero nombre: Louis Alphonse Constant) fue un sacerdote francés excomulgado por la Iglesia Católica, debido a su impronta librepensadora, su militancia en la Francmasonería y sus esfuerzos por converger fe y razón, por medio de las ciencias ocultas.
Entre sus vastos escritos -mezcla de gnosis con esoterismo y filosofía- figura El Libro de los Sabios, tratado publicado varios años después de su muerte en 1875. Uno de los capítulos, titulado "El Ocultismo", llama particularmente la atención por su perspicaz crítica a las religiones tradicionales, a la arrogante fragmentación de la concepción divina entre los cultos judío, islámico y cristiano, y por su departición de la humanidad en tres tipologías: los sabios o videntes (filósofos y librepensadores), los creyentes dogmáticos (ingnorantes y supersticiosos) y los nihilistas, aquellos sobre quienes pesa la negra nube de la vacilación y de la duda en todos los planos de la vida: intelectual, espiritual y anímica.