José Carvacho, el funcionario segregado.
El problema de gente como Piña, responde a un mal endémico de nuestro país, ligado a una trágica falta de identidad: el sentirnos gente que "vino de paso", que es menos de aquí que el mapuche considerado inferior o el peón que nunca debiera aspirar a mejores condiciones de vida o a independizarse del yugo de los poderosos, pues de otra manera se iría a pique todo un (histórico) sistema de injusticias. En pocas palabras, somos protagonistas de un arribismo tan grande, que hoy por hoy se encuentra expandido en todas direcciones y por tanto, no es extraño que nos segregemos entre nosotros, motivados por lo que sea, incluyendo una insana aspiración a pertenecer a ordenes raciales "supuestamente" superiores. No me digan que nadie ha escuchado una típica acotación de vieja estúpida como la de "que bonito el niñito, nació blanquito".Mucha gente en este país (tal vez demasiada), reniega de su historia y pretende ser otra cosa. No entiendo de otra manera que existan aquí grupos "neo-nazis" copados por cabezas negras o racistas tacuacos y de piel bronceada o estúpidos que suponen que a medida que escalan socialmente, les cambia también el pelo, les mejora la propia raza o puede que la de sus hijos. Desde toda época, nuestro verdugo psicológico (citando a Faucault) ha estado abierto de piernas a la impronta europea, como sino fueramos otra cosa, sino los hijos ilegítimos de un continente que en el último tiempo le hizo más mal que bien a la historia universal.
Muy peligroso me parece que tipos como Piña puedan ser directores en servicios públicos, ¿Cómo llegó a sortear los exámenes psicológicos?, ¿Cómo puede estar ligado alguien con aquellos pensamientos a una institución que vela por el trabajo social y la solidaridad?. Se le exigió la renuncia, pero jamás debió ocupar tal posición, el próximo paso debiera ser reculturizarlo, enseñarle qué es Chile, o simplemente los tipos de razas, entre los que él de seguro no figura como fenotipo puro, no es caucásico, ni Carvacho de raza negra, ambos son mestizos y de alguna manera en este país (como en el resto del mundo) lo es también cada uno de nosotros, ya sea barriobajero o de clase alta.