Según informaciones filtradas por fuentes del gobierno de E.E.U.U., Osama "El mito" Bin Laden habría sido "ajusticiado" en su escondite de Islamabad (Pakistán) por un francotirador de la nación del norte, terminando de esta manera con más de diez años de persecusión y con la vida del terrorista más buscado del mundo, supuesto responsable del ataque a las Torres Gemelas en septiembre del 2001.
¿Por qué hablo del mito cuando menciono a Bin Laden?, pues para mí este señor de haber existido realmente (cosa que no me queda tan clara, tomando en consideración los potenciales montajes que han armado desde la Segunda Guerra Mundial a la fecha los gobiernos norteamericanos) no fue más que un "chivo expiatorio" mediante el cual el país del norte encausó una escusa con nombre y apellido para OCUPAR e INVADIR impunemente y con soporte de las grandes potencias occidentales, naciones del Medio Oriente y Asia Central como son Irak y Afganistán y desde luego cercar a sus principales enemigos; las medianas potencias regionales (y disidentes del orden norteamericano) Irán y Pakistán.
Es por lo bajo EXTRAÑO, que el "supuesto" enemigo número 1 de los Estados Unidos, fuera en otros tiempos un cercano colaborador de aquel país durante el último decenio de la Guerra Fría, cuando sostuvo con aportes propios y ayuda del gobierno norteamericano la resistencia talibana frente a la potencial invasión soviética. También son conocidos los antecedentes de que la familia Bin Laden habría entablado una millonaria sociedad con la familia Bush (sí del mismo George Bush padre e hijo) desde los años '70 en lo tocante al negocio del petróleo... A la luz de todo esto: ¿Qué es finalmente Bin Laden?, ¿Un terrorista? o ¿Un traidor de su religión y de los principios que supuestamente defendió en vida?... personalmente avoco por la segunda opción, puesto que la utópica lucha tercermundista de Bin Laden, a todas luces fue absurda y más que reinvidicar un tipo de sociedad o cultura, dejó en bandeja el destino de varias naciones en manos de E.E.U.U.
No creo ciegamente en el mito de Bin Laden, me cuesta creer que el socio de los Bush esté muerto, porque apenas concibo la existencia de un suicida tan estúpido, que fracasó estrepitosamente en todos los polvorines que alimentó. Y si asumimos la otrora existencia del "terrorista de los petrodólares" resulta innegable que fue el "gran hijo de puta" que los medios de comunicación nos pintan con éxito, pues no sólo apagó la vida de miles de occidentales con sus ataques financiados a embajadas, metros, las torres, etcétera, abrazó siempre causas ajenas y con ello arrastró a naciones que no le eran propias, como en el caso de Afganistán y el de los países africanos, aunque curiosamente NUNCA sacrificó en su lucha a ningún país árabe.
Bin Laden habría sido un rico jugando a ser justiciero, un líder petrolero de doble estandard, pues por un lado financia la resistencia a occidente y por el otro - como cualquier otro empresario petrolero - engrosó también la lista de quienes CUIDAN BIEN EL NEGOCIO y en tanto no les resulta conveniente contravenir los lazos con occidente. Ni aquí ni allá la religión o la política se terminan sobreponiendo a la economía y apelan a nuestra inocencia si suponemos lo contrario. Es por esta razón que el mito de Bin Laden, del multimillonario empresario saudí que vivió escondido buena parte de su vida como una rata, sin ser descubierto por NINGUNO de los organismos de inteligencia imaginables por ¡MÁS DE 10 AÑOS!, es algo que me hace agua por todos lados y me suena a otro montaje gringo, toda vez que lo revisito y analizo en profundidad.
Por otro lado, es evidente que una información como esta puede resultar un arma de doble filo, algo muy contraproducente. A mí no me cabe la menor duda de que con esta noticia le subirán como espuma los bonos al gobierno de Obama (actualmente: en picada de popularidad y en picada económica) y probablemente por ahí vaya la jugada, el contrapunto es que más de algún grupo rebelde difuminado por los países del primer mundo va a tragarse también la noticia - sea verdad o montaje - no tardando en surjir sentimientos de desazón, de ultraje espíritual y las ganas de cobrarse venganza por la figura caída, inclúso pagándose con las vidas de más inocentes. Por la armonía del mundo, mejor que ni se les ocurra mostrar en los próximos días imágenes del supuesto cadaver del saudí.
¿Por qué hablo del mito cuando menciono a Bin Laden?, pues para mí este señor de haber existido realmente (cosa que no me queda tan clara, tomando en consideración los potenciales montajes que han armado desde la Segunda Guerra Mundial a la fecha los gobiernos norteamericanos) no fue más que un "chivo expiatorio" mediante el cual el país del norte encausó una escusa con nombre y apellido para OCUPAR e INVADIR impunemente y con soporte de las grandes potencias occidentales, naciones del Medio Oriente y Asia Central como son Irak y Afganistán y desde luego cercar a sus principales enemigos; las medianas potencias regionales (y disidentes del orden norteamericano) Irán y Pakistán.
Es por lo bajo EXTRAÑO, que el "supuesto" enemigo número 1 de los Estados Unidos, fuera en otros tiempos un cercano colaborador de aquel país durante el último decenio de la Guerra Fría, cuando sostuvo con aportes propios y ayuda del gobierno norteamericano la resistencia talibana frente a la potencial invasión soviética. También son conocidos los antecedentes de que la familia Bin Laden habría entablado una millonaria sociedad con la familia Bush (sí del mismo George Bush padre e hijo) desde los años '70 en lo tocante al negocio del petróleo... A la luz de todo esto: ¿Qué es finalmente Bin Laden?, ¿Un terrorista? o ¿Un traidor de su religión y de los principios que supuestamente defendió en vida?... personalmente avoco por la segunda opción, puesto que la utópica lucha tercermundista de Bin Laden, a todas luces fue absurda y más que reinvidicar un tipo de sociedad o cultura, dejó en bandeja el destino de varias naciones en manos de E.E.U.U.
No creo ciegamente en el mito de Bin Laden, me cuesta creer que el socio de los Bush esté muerto, porque apenas concibo la existencia de un suicida tan estúpido, que fracasó estrepitosamente en todos los polvorines que alimentó. Y si asumimos la otrora existencia del "terrorista de los petrodólares" resulta innegable que fue el "gran hijo de puta" que los medios de comunicación nos pintan con éxito, pues no sólo apagó la vida de miles de occidentales con sus ataques financiados a embajadas, metros, las torres, etcétera, abrazó siempre causas ajenas y con ello arrastró a naciones que no le eran propias, como en el caso de Afganistán y el de los países africanos, aunque curiosamente NUNCA sacrificó en su lucha a ningún país árabe.
Bin Laden habría sido un rico jugando a ser justiciero, un líder petrolero de doble estandard, pues por un lado financia la resistencia a occidente y por el otro - como cualquier otro empresario petrolero - engrosó también la lista de quienes CUIDAN BIEN EL NEGOCIO y en tanto no les resulta conveniente contravenir los lazos con occidente. Ni aquí ni allá la religión o la política se terminan sobreponiendo a la economía y apelan a nuestra inocencia si suponemos lo contrario. Es por esta razón que el mito de Bin Laden, del multimillonario empresario saudí que vivió escondido buena parte de su vida como una rata, sin ser descubierto por NINGUNO de los organismos de inteligencia imaginables por ¡MÁS DE 10 AÑOS!, es algo que me hace agua por todos lados y me suena a otro montaje gringo, toda vez que lo revisito y analizo en profundidad.
Por otro lado, es evidente que una información como esta puede resultar un arma de doble filo, algo muy contraproducente. A mí no me cabe la menor duda de que con esta noticia le subirán como espuma los bonos al gobierno de Obama (actualmente: en picada de popularidad y en picada económica) y probablemente por ahí vaya la jugada, el contrapunto es que más de algún grupo rebelde difuminado por los países del primer mundo va a tragarse también la noticia - sea verdad o montaje - no tardando en surjir sentimientos de desazón, de ultraje espíritual y las ganas de cobrarse venganza por la figura caída, inclúso pagándose con las vidas de más inocentes. Por la armonía del mundo, mejor que ni se les ocurra mostrar en los próximos días imágenes del supuesto cadaver del saudí.