domingo, 6 de diciembre de 2009

Redescubriendo a "JOTABECHE"

José Joaquín Vallejo (1811-1858), "JOTABECHE", célebre escritor chileno, de orígen hispano-polaco, nacido en la ciudad nortina de Copiapó, es probablemente una de las plumas más notables del siglo XIX en nuestro país, precursor del movimiento "costumbrista", político y periodista aficionado de sólidas convicciones liberales (liberalismo tradicional) que le acarrearon más de algún problema con el poder en la ruidosa época en la que le tocó vivir, pero que por otro lado constituyeron una bandera de lucha que definió su particular estílo en el mundo de las letras.
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La figura del "JOTABECHE" político, coincidente con la del "pipiolo" reformista y opositor a las empantanadas prácticas del poder (ya visibles en el Chile del siglo XIX), sería extrapolable 50 años más adelante a la moral constituyente de los gobiernos radicales, aquellos que no por simple coincidencia nacieron en el seno de la pujante clase media copiapina, sustentada en buena parte por el empuje burgués de los consorcios mineros Matta y Gallo.
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Si hubiese nacido 100 años después, no cabe duda de que José Joaquín Vallejo habría oscilado entre los radicales (ya estancados, "desliberalizados" y fagocitados por el poder político desde la década del 30) y el liberalismo de nuevo orden encabezado por Arturo Alessandri Palma, el "León de Tarapacá". Y probablemente si hubiese nacido 150 años después: en el ciclo en curso, estaría prodigando JOTABECHE sus escritos contra los apernados de la Concertación, y la poco creíble oposición, así mismo miraría con recelo el supueto "progresismo" (autoproclamado) de Marco Enríquez Ominami.
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El liberalismo en "JOTABECHE" es una clara manifestación contra el poder, la perspectiva de un hombre de clase media, intelectual a pesar de sus estudios universitarios interrumpidos, pero a la luz de sus ideas; mucho más sensitivo a la "gallada" y sus propósitos ilustrados de hacer historia y desarticular la maraña de los ricos y poderosos atrincherados en el poder, cuyos máximos representantes fueron los famosos "pelucones" (unos corrompidos de primera), gobiernos para los que "JOTABECHE" se vió forzado a trabajar y portar su ingenio (era eso o morir de hambre), pero ante los que disparó todos sus dardos existenciales en la faena de la opinión pública.
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Sepulcro del escritor nortino
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De más está decir que la época de "JOTABECHE" dista mucho de la nuestra, pero la trascendencia de su liberalismo es un espejo en el cual aquellos que nos consideramos ante todo "liberales" podemos vernos reflejados. Es sabido por todos que la política en aquellos años no estaba abierta para el vulgo, y que sólo tenía acceso a ella una polarizada clase criolla, por un lado los "conservadores o pelucones" (perfíl común del latifundista de ascendencia vasca o centro-europea, que comunmente cursaba estudios superiores en ciudades como París, Mián o Londres) y por el otro, los "liberales: pipiolos" (perfil: pequeño propietario, de clase profesional, funcionario del Estado, progresista, de ascendencia extremeña, andaluza o natural de cualquiera de las comarcas más pobres de España), cuyo fin era mermar la acumulación de las elites y volcarla a un régimen civil de oportunidades .
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Sería por medio de los "pipiolos" y para desgracia de los "pelucones" y toda su descendencia en la política chilena, que el vulgo lograría participar de manera paultina en las decisiones del Estado, esto fascilitado con la propagación del radicalismo, del socialismo y del comunismo, instancias que si bien no fueron apoyadas en su momento por los liberales chilenos, corrieron por un pavimento ántes forjado por el sus ideas y lucha, a tal punto que no se comprenda la común e histórica "satanización" que alzan las izquierdas en contra de la ontología liberal.

Colección de escritos. Pichar la imágen para descargar

Los escritos de "JOTABECHE" son un magistral testimonio de hechos políticos y sociales ligados a una época interesante y convulsa, ya distante a dos siglos, pero que posee al fin y al cabo un común trasfondo con la vida en curso. Observador, inconformista y contestario, pero la vez parsimonioso y correcto, "JOTABECHE", fue una verdadera eminencia de la tradición literaria copiapina, aunque lamento que haya captado mi interés de una manera tardía, pobremente visto e inculcado en las aulas de clases (donde debiera recidir su mayor auge), a pesar de haber sido estudiante más de la mitad de mi vida en la misma ciudad que vió nacer al escritor.

A los interesados les dejo una Colección de textos (.pdf) del escritor, cartas y reflexiones de esta alma liberal, en la cual he podido verme reflejado tanto en el sentir geográfico-provinciano como ideológico. A la postre algunas ideas que considero interesantes en su perspectiva:

"El liberalismo, si es una virtud, es una virtud de nuestros días; es el coto que hace furor en este siglo, como lo hizo el de tomar la cruz en tiempo de las cruzadas".

"No es indispensable que el liberal sea pobre: hay liberales ricos. Pero el pobre ha de ser liberal indefectiblemente; y de aquí viene nuestro descrédito, de aqui resulta tambien que el partido no se acabará nunca, por desgracia. Se arruina un comerciante? se echa en nuestros brazos. Corren a un empleado de su puesto por sospechar que es un pícaro? se hace un liberal ipso facto. ¡Le quitan los galones a un militar por mala cabeza? le tendremos de liberal frenético. Hay un fraile corrompido? se declara capellan nuestro, en el momento. Si tiene usted algun hijo calavera, nosotros tendremos un predicador de los derechos del hombre, En suma, nuestro partido es el rendez vouz de todos los desgraciados, es una colección completa de todo tipo de averías humanas".

"Anda! ¡anda!, le dice el destino al judio errante. Escriban! escriban! les dice la causa liberal a sus campones. Con lo cual cada día son mas estupendas nuestras derrotas, a Dios gracias".